Explorando el más allá (parte 5)
Los sentidos de las almas (parte 1)

Fases
Según uno de los principales investigadores de este fenómeno, el doctor en medicina y filosofía Raymond Moody, los pacientes que han asegurado vivir este tipo de fenómenos coinciden en un patrón general de varias fases consecutivas, aunque no todos completan este itinerario y muchos solo atraviesan por algunas:
- El paciente se siente flotar sobre su cuerpo, y ve el dormitorio, el quirófano o el lugar en el que se encontraba (out-of body experiences, OBEs, experiencia extracorporal), e incluso oye la declaración de su propio fallecimiento.
- Después, siente que se eleva y que atraviesa un oscuro túnel mediante una escalera o flotando en el vacío, y con una relativa rapidez.
- Ve aparecer una figura al final del túnel (que suele describirse como hermosa, blanca o transparente; a veces hay paisajes, voces o música).
- El paciente pasa a ser espectador, no siente dolor ni molestias: solo percibe una paz interior.
- Algunas personas, sin embargo, aseguran haber tenido experiencias terroríficas en el más allá.
- Familiares o amigos difuntos van a su encuentro.
- Aparece una presencia o voz que se define en función de las creencias religiosas del paciente (puede tratarse de Jesucristo, de un ángel, etc.), y se establece un diálogo sin palabras con ese ser que parece conocer todo sobre el moribundo.
- Se presenta una visión global pero íntegra de lo vivido, como si viese “su película”; el modelo más ajustado para describirlo según los testimonios es como el de una sucesión de filminas de momentos sueltos de la vida, no necesariamente importantes.
- Tras esta revisión se lleva a cabo una evaluación ética de las experiencias.
- El sujeto se ve delante de un obstáculo o "frontera" y toma conciencia de que aún no ha muerto, y aunque sigue sintiendo una paz y tranquilidad indescriptibles y acogedoras, se da cuenta, y también eso le indican sus acompañantes, de que debe volver.
- Verdadero retorno a la vida terrena, acompañado de un sentimiento de pesar por no ser capaz de permanecer en el más allá, y una sensación de sufrimiento para volver a su cuerpo físico.
- Miedo para informar de la experiencia a los demás por miedo a no ser creído, pero al mismo tiempo el deseo de hacerlo como un deber de compartir algo muy valioso e importante.
- Desaparición del miedo a la muerte; no se desea morir, pero se contempla la muerte ahora como una transición feliz a una realidad superior.
- Mejora sustancial de los valores en que se vive la vida, colocando como el objetivo principal el amor, la coexistencia con todos los seres y la búsqueda de la armonía con ellos.
Estos aspectos tienen habitualmente, aunque no necesariamente todos, en cada ECM. Tras este proceso quienes lo han experimentado pierden el miedo a la muerte; no desean morir, pero se toman las cosas con más calma, serenidad y filosofía y, en cierta medida, son mejores personas, se preocupan más de los demás y son más felices.
A similares conclusiones llegó la psiquiatra Elisabeth Kubler Ross luego de su investigación.
Enfocándose principalmente en el primer punto de la lista anterior las preguntas que caben ahora son:
Según un estudio del año 2013, que registró la actividad cerebral relacionada con la muerte, hay cuatro etapas distintas de muerte cerebral:
Durante la muerte clínica el cerebro se encuentra sin actividad, por lo tanto, los sonidos que llegan hasta los oídos del paciente no son captados por él; más dramático es en el caso de las cosas vistas durante la experiencia ya que los ojos además de lo anterior se encuentran cerrados o excepcionalmente fijos en un punto.
¿Como es posible que el alma capte estímulos audiovisuales sin contar con oídos ni ojos?
- La primera etapa es la parada cardíaca y tarda solamente aproximadamente 4 segundos entre el último latido regular del corazón y la pérdida del pulso oxigenado de la sangre.
- La segunda etapa dura alrededor de 6 segundos y termina con una explosión de ondas delta, llamadas también "delta blip" u "ondas de la muerte" porque aparecen también en los momentos de la muerte.
- En la tercera etapa de la muerte, que dura 20 segundos, la actividad cerebral es la de las ondas delta provocadas por la segunda etapa.
- La cuarta etapa es la muerte definitiva. Detención de toda actividad eléctrica.
Durante la muerte clínica el cerebro se encuentra sin actividad, por lo tanto, los sonidos que llegan hasta los oídos del paciente no son captados por él; más dramático es en el caso de las cosas vistas durante la experiencia ya que los ojos además de lo anterior se encuentran cerrados o excepcionalmente fijos en un punto.
¿Como es posible que el alma capte estímulos audiovisuales sin contar con oídos ni ojos?
Primero definamos que es la luz y que es el sonido. Ambas cosas son manifestaciones de la energía.
Ahora bien, la ciencia ya ha avanzado lo suficiente como para saber que todo lo que existe es energía en alguna de sus formas, inclusive la propia materia es una forma de energía.

Un detalle interesante, derivado de todo lo anterior, es el posterior recuerdo que queda en la persona sobre lo captado durante la experiencia extracorpórea; el que eso suceda deja bien en claro que la memoria no reside en el cerebro (recordemos que el cerebro se encuentra sin actividad eléctrica durante la ECM y no puede registrar ningún tipo de información) ya que le sería imposible recordar por sí mismo lo acontecido durante la ECM estando completamente detenido.
Finalmente la conclusión es que tanto la conciencia como la memoria se encuentran en el alma lo cual es compatible con el postulado básico sobre su razón de ser: aprender nuevas experiencias. También queda claro que el alma puede captar las diferentes manifestaciones de energía que la rodean. Todo lo anterior se presenta mucho más dramáticamente en los casos de personas que han nacido sin el sentido de la vista, hasta que al morir logran ver por primera vez en su vida...
Life after death. The Investigative Journey of Tom Harpur
(documental en español)
continúa en: Explorando el más allá (parte 6)
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