Recuérdame. La historia detrás de la historia (parte 8)

El estilo.

Lo que define a una obra es sin lugar a dudas: su estilo.

Me considero afortunado de haber recibido, desde niño, una educación que me enorgullece ahora, siendo adulto.
Me fue inculcado el aprecio por la música clásica, los libros, la pintura, la escultura... uno de los primeros juegos que aprendí a jugar fue el ajedrez y uno de los primeros libros que recuerdo son Las Fábulas de La Fontaine... creo que todo esto ha ido modelando en mí un sentido de refinamiento especial, el cuál plasmo en mi novela Recuérdame.

Dentro de mí hay muchas imágenes mentales que adquirí ya desde mi niñez y que voy incorporando en mi obra capítulo tras capítulo.
Las referencias al mundo marítimo, a los viajes y a la naturaleza, que aparecen constantemente en mi novela y que hasta llegan a modelar gran parte de los capítulos, son aspectos míos propios, privados y arraigados muy dentro de mi ser y que quedan plasmados en mi historia.
Y es por eso que he disfrutado y disfruto tanto de esta novela en particular, para mí es como revivir pasajes de mi vida, me permite rememorar sensaciones que me inspiran y que hacen volar mi imaginación de un modo tal que solo puedo compararlo con el escuchar un tema musical especial y único, de esos que, al igual que una fragancia, pueden transportarnos de inmediato a un lugar que parecía ya olvidado.

He decidido decorar esta entrada de mi blog con imágenes pertenecientes a creaciones de la famosa fábrica francesa de relojes y joyas Cartier que me parecen perfectas para el tópico en cuestión.

De entre todas las tramas que he escrito a lo largo de mi vida es precisamente en Recuérdame en la que puedo disfrutar a pleno de esta faceta mía del refinamiento y dándole rienda suelta, ya que la protagonista, Armony Heart, es una violinista profesional y de ahí derivan un montón de aspectos relacionados con el arte y la finura que tanto me gustan: instrumentos de música, obras pictóricas y musicales de artistas clásicos, joyería de lujo, perfumes finos, conciertos y fiestas de gala, hoteles de primera categoría, etc...

Todo lo anterior, así como los viajes por destinos turísticos de todo el mundo, son elementos que conozco y disfruto mucho cuando tengo la oportunidad y que espero que todo el que lea Recuérdame pueda apreciar tanto como lo hago yo.